Esquivar y proseguir

Era un viernes cualquiera, de esos que no ves venir,
tengo unas cosas mías que las prohíbo salir,
yo andaba con más ganas de empezarte a aburrir,
de que no entendieras nada, nada de mí.

Tus preguntas sobre como era mi vida,
eran tan fáciles de esquivar y proseguir,
yo que el amor la doy por una dama perdida,
yo que no tengo derecho ni a existir.

De pronto de tu mano iba por la avenida,
riendo de las cosas así porque si,
sentía que tú me proponías una salida,
de sacar de mis sueños lo mas mío de mi.

Teresa que has metido a mi vida,
felicidad es lo que no espero para mí,
no me partas el corazón con mentiras,
no me destroces la esperanza de morir.

Mil besos y más le di a escondidas,
me dijiste que todo se acababa aquí,
hay cosas que uno jamás olvida,
no me vuelvo a olvidar de ti.

No se de ti pero estas en mi muy metida,
no lo sabrás si alguna vez te encuentro por ahí,
gracias por darme el amor, amor de por vida,
ahora ando solo, pero con el corazón a mil.


…paso de verdad, en mis sueños puedo ser otra cosa…Gracias.
…25 setiembre, Sol, Sangría, Noche, sueños, baile, tragos, cigarros,
Lagrimas, promesas, sinceridad, hotel, café, coca cola, adiós.
...No se llamaba Teresa, o quizas ahora si...

Absurdo

Hay cosas que sueño y que añoro,

Tener una chica que no me maneje a su antojo,
que no tenga pasado, presente ni futuro,
que me quiera solo a mí, qué antojo.

Hay cosas que no encuentro ni busco,
aquella que me ame bien a su modo,
la que vibre nomás cuando la toco,
esa que te diga, “Tú eres mi todo”.

Hay cosas que no pretendo ni escondo,
la mamá de la niña que será mi tesoro,
que me ayude a dominar mis celos tontos,
que tenga un anillo y que este no se sienta incómodo.

Hay cosas que escribo con algo de enojo,
no es justo animar a mí yo, tan solo,
tanta soledad que tengo a mi entorno,
me hace suspirar, qué aspecto tan absurdo.

…estofado, televisión, espera, lluvia, tan solo…

…hay días que no soporto la soledad…

Yo no sé

Buscando la ciudad donde se esconde mí fe,
salgo de casa con unas ganas de saciar mi sed,
y entre algunas copas, vino y mañanas de café,
reestructuro mi vida con lo poco que pueda tener.

Llego a la estación de una luz llamada amanecer,
donde encuentro a mi alma casi en jaque en el ajedrez,
juntos inventamos la forma de salir de ahí sin caer,
y pensar que hace poco andaba culo al revés.

Me detengo en un bar de nombre Renacer,
veo en un rincón mi corazón golpearse con una pared,
más lo tomo de la mano y le hago ver el atardecer,
donde solo los valientes lloran por una sola mujer.

Y con ellos encontré la ciudad donde estaba mi fe,
me dijo “sabia que encontrarías la forma de volver”,
hay golpes en la vida tan fuertes, yo no sé,
así dijo una vez alguno, seguro por la perdida de un ser.

Desesperanza

Volviendo a vivir con la sombra de la nostalgia,
en un mundo que están llenas de palabras,
frases que hieren en lo más profundo del alma,
y sigo aquí, arrinconado y con mil lagrimas.

Ando buscando alguna puerta o ventana,
para que entre aire en mis malditas ganas,
intenciones que tengo para poder olvidarla,
y sin embargo llevo en las manos tus viejas cartas.

Hablando con el dolor que se sienta en mi cama,
me indica que no exagere, que no me joda las entrañas,
y se le pasa la risa al verme la cara demasiado apagada,
hay espinas que cuestan un corazón lograr sacarlas.

Despertando en una ciudad de nombre Desesperanza,
donde reina la soledad y la melancolía descansa,
me siento bien, me siento como en casa,
vivo solo pero ya no recuerdo ni como te llamas.

Fortín

Esperando que salgas de mi vida y de mi mundo,
intentando mentirme y seguir un solo rumbo,
harto de pensar que volverás, ¡a que soy un tonto!,
pero es cuestión de tiempo, todo poco a poco.

Tratando de que no me derrumbe el recuerdo tuyo,
he construido un fortín donde de noche me escondo,
dentro tengo tanta soledad que no me siento solo,
y no me siento mal, ahí puedo olvidar todo.

Entretanto voy preparando madrugadas de insomnio,
escribiendo sobre tí para poder vengarme a mi modo,
tanto que decirte, muchas cosas que por tí hoy lloro,
pero no lo sabrás, estas cartas no llegaran a tus ojos .

Invierno

El peor invierno que tengo es todo un infierno,
ando temblando de frió y de malos momentos,
baja los grados, no me calienta ni pensar en tu cuerpo,
las manos las tengo frías, son mis difuntos sentimientos.

El peor invierno que actualmente estoy sintiendo,
helándome de lagrimas por tu adiós y tus recuerdos,
aunque sé que no merece la pena sacar nuestro secreto,
sé que te di demás y eso no lo conseguirás ni en tus sueños.

El peor invierno no es tener frió en mi cuerpo,
no es la nieve que cae, no es que no estés en mi cuento,
lo peor es por fin darme cuenta de que lo que siento,
no lo merezcas y que cupido se equivoco por ciego.

Montón

Probando en darle un respiro a mi corazón,
ando soltando sonrisas sin ningún temor,
el futuro me mira con ironía, no creía en mi redención,
surgir de las cenizas ya no me parece un grave error.

Atreviendo a respetar mis días y tener el control,
de olvidar mis pesadillas, pasadas con mucho dolor,
ahora ni vivo tan aprisa, ya puedo sentir el sol,
reviviendo voy más con vida sin ningún tipo de temor.

Andando solo pero feliz brindo en mi balcón,
que ya es mío y no un recuerdo de lo que pasó,
logre olvidar todo, logre arrancar todo lo peor,
tanto tiempo que perdí, tanta mala sensación.

Respirando y viendo un ocaso desde mi sillón,
se ahogo de pronto mi Yo más llorón,
ya basta de lamentar por lo que sucedió,
no merece la pena, es una más del montón.