jueves, 1 de marzo de 2007

Desesperanza

Volviendo a vivir con la sombra de la nostalgia,
en un mundo que están llenas de palabras,
frases que hieren en lo más profundo del alma,
y sigo aquí, arrinconado y con mil lagrimas.

Ando buscando alguna puerta o ventana,
para que entre aire en mis malditas ganas,
intenciones que tengo para poder olvidarla,
y sin embargo llevo en las manos tus viejas cartas.

Hablando con el dolor que se sienta en mi cama,
me indica que no exagere, que no me joda las entrañas,
y se le pasa la risa al verme la cara demasiado apagada,
hay espinas que cuestan un corazón lograr sacarlas.

Despertando en una ciudad de nombre Desesperanza,
donde reina la soledad y la melancolía descansa,
me siento bien, me siento como en casa,
vivo solo pero ya no recuerdo ni como te llamas.

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