Los detalles que tuve al enamorarte,
las eternas demoras al esperarte,
mis miradas que hablaban de amarte,
tus sonrisas que te delataban al mirarme.
Mis palabras al decir “quédate! No te marches”,
tus gestos al no querer de mí alejarte,
mis manías por tocarte todas las tardes,
tu hechizo para hacerme no olvidarte.
Mis lagrimas de alegría al besarte,
tus abrazos que me diste aquel instante,
mis ánimos de decir “sin ti no soy nadie”,
tus llamadas para decir “vente en este instante”.
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