Cómo te atreves a robarme la vida,
que tienes que sin ti mi corazón no respira,
mi alma resucita al escuchar tu sonrisa,
que jodido que ando mí amada Susanita.
Cómo has hecho para eliminar mis pesadillas,
darme esperanzas, ser mi única medicina,
y yo que me jactaba de mi soledad día a día,
que jodido que ando mí adorada Susanita.
Quién eres para adueñarte de mis caricias,
que son solo tuyas y también estas líneas,
quién podría imaginar que cupido se vengaría,
no creía en el, no creía en nada a primera vista.
Quién imagino ver a un ángel en esa avenida,
no olvido aquel bar en plaza castilla,
aquella tarde me jodi la idea de vivir sin compañía,
hoy te quiero de verdad mi eterna Susanita.
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