A veces me rió ocho lunes por semana, (En una semana)
me rió de mi mismo, mejor dicho rió de nada,
y aunque las horas pasan con mi cruz a mi espalda,
yo si que sonrió, es que ando de jarana.
A veces lloro de alegría, por no perder la esperanza,
lagrimas de horror al verse irse mi alma,
y aunque baile por ella una danza,
se va de mi yo, se va de mi nada.
A veces me abrazo y brindo de nada,
en vasos vacíos, llenos de gotas de mi mirada,
y aunque se ría la alegría tirana,
aun rió de mí, aun rió de nada.
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